Por redacción.
Las tierras rurales en manos extranjeras ya alcanzan 626 veces la extensión de la Ciudad de Buenos Aires. La derogación propuesta por el DNU facilita la adquisición de tierras sin restricciones, ampliando la concentración de hectáreas de alto valor estratégico en regiones cruciales. Esta medida, según el registro nacional de tierras, permitiría que el 5,57% del territorio rural argentino, equivalente a 12,5 millones de hectáreas, pase a manos extranjeras.
La eliminación de la Ley de Tierras sin regulación adicional fomenta la concentración de tierras y desalienta la inversión en zonas de menor interés para los inversores externos. La derogación, presente en el DNU de Javier Milei, suscita preocupaciones, ya que anula restricciones como el límite del 15% en la titularidad de tierras rurales y la limitación en la adquisición por parte de extranjeros, especialmente en zonas estratégicas.
Esta derogación, que elimina la protección al dominio nacional sobre la propiedad rural, podría beneficiar a figuras como Eduardo Elsztain. La medida, al levantar los límites establecidos por la Ley de Tierras, posibilita la adquisición de tierras y sus recursos naturales por parte de capitales extranjeros, aumentando la posibilidad de un éxodo rural.
El capítulo relacionado con la bioeconomía en el decreto no demuestra una intención clara de impulsar el desarrollo agropecuario y agroindustrial, según un informe de la fundación OCIPEX. La derogación, que ahora enfrenta medidas legales, también suscita preocupaciones sobre la posibilidad de que grandes empresas, como el Grupo Benetton y Joe Lewis, amplíen sus posesiones, contribuyendo a la extranjerización de vastas extensiones de tierra en Argentina.