En los primeros meses del año, bajo la dirección de Javier Milei, se ha evidenciado una marcada tendencia a la reducción en los fondos destinados a las jubilaciones y las prestaciones del PAMI, representando conjuntamente el 43% del gasto público total según un meticuloso informe. Este recorte, de una magnitud asombrosa que alcanza la cifra descomunal de 1.682.000 millones de pesos, ha sido objeto de agudas críticas tras los comentarios del presidente, quien justificó estas medidas argumentando que los adultos mayores conforman el segmento menos vulnerable de la población argentina.

El exhaustivo análisis realizado por el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) ha puesto de manifiesto que el gasto primario de la Administración Nacional en el mes de febrero ascendió a la astronómica suma de 4.070.000 millones de pesos, registrando una significativa disminución del 36,4% en términos reales con respecto al mismo período del año anterior, superando incluso las reducciones observadas en los meses precedentes.

Además de las jubilaciones y el PAMI, otras áreas que se han visto afectadas por los recortes incluyen a las universidades, las asignaciones familiares y las transferencias a las provincias. Es destacable que, si bien el gasto en jubilaciones y pensiones ha experimentado una disminución del 32,6% en términos reales, este descenso se sitúa por debajo del promedio general de reducción.

Sin embargo, el análisis indica que son los jubilados y pensionados quienes han sufrido el mayor impacto de estas medidas, contribuyendo con el 43% del ajuste total, lo que implica una pérdida significativa en su poder adquisitivo.

El informe también señala que la reducción del gasto en jubilaciones representa el 43% del recorte total aplicado, y que la implementación de una fórmula de movilidad basada en la inflación pasada ha contribuido a esta situación, dejando a los jubilados con un poder adquisitivo considerablemente reducido.