PARO EN HAVANNA: Una empresa que ajusta, un sindicato que no escucha, cientos de trabajadorxs que no están dispuestxs a bajar los brazos.
Hoy, 5 de agosto entre las 7.30 y 8 am, los trabajadores y trabajadoras de la planta de Alfajores Havanna decidieron reunirse en asamblea general para discutir qué hacer frente a una negociación paritaria que está muy lejana de lo que reclaman, ya que el ofrecimiento empresarial significa una enorme pérdida de poder adquisitivo. El resultado de la asamblea fue *parar la fábrica*.
Reclamos justos
Primero fueron las mujeres de Havanna, que organizadas se dispusieron a dar la lucha por el reconocimiento de su trabajo, la paridad en el salario. Hoy son las y los trabajadores que en unidad y con gran dignidad decidieron parar la producción por una paritaria justa, que no sea a la baja. El 34% integral que les ofrece la empresa para el 2021 les quita el acuerdo de revisión del 18% que aún deben del 2020. Además perderían el retroactivo ya que la propuesta sería desde agosto, pero la negociación es anual, de mayo a mayo. Si bien la propuesta incluye cláusula gatillo, esta cláusula sería con un tope. Las cuentas claramente no son favorables para la parte obrera, la propuesta está por debajo de gran parte de las paritarias que vienen firmando otros gremios.
“No nos representan”
La estrategia del sindicato, no fue la de realizar asambleas y escuchar las opiniones de los y las trabajadoras de línea, sino llevar urnas para imponer una votación “por el sí o por el no” ante la propuesta empresarial, que no brinda otra opción que un 34% integral, sin escuchar la demanda de la mayoría del personal empleado en los 3 turnos. El sindicato termina actuando como representante de la empresa y no de lxs trabajadorxs.
Dignidad obrera
Ante la insuficiente propuesta paritaria de la empresa y la repentina imposición del sindicato de votar la propuesta empresarial. Reunidos en asamblea a las 7.30am, se decidió realizar un paro de actividades en la única fábrica de Havanna que funciona en el Parque Industrial con 300 operarixs. Mientras se espera que los representantes de la firma o el sindicato se hagan presentes, llega el apriete de la empresa con patrulleros en la puerta. Pero la dignidad obrera no afloja.