Con quince años de recorrido dentro de la Campaña por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, hoy nos encontramos en un momento histórico. La lucha por la legalización del aborto tiene un significado profundo. Dentro de la marea verde se expresan deseos de autonomía colectiva. Queremos terminar con la clandestinidad, las muertes y las complicaciones evitables de las personas gestantes. Que la maternidad sea un proyecto, un deseo y no una imposición. Cada 3 horas, una niña de entre 10 a 14 años es obligada a parir. La legalización del aborto implica poder decidir sobre nuestros cuerpos y nuestro destino como mujeres y personas gestantes. Implica permitirnos el derecho al deseo y el goce. Construir la sexualidad desde otro lugar que no esté condicionada por el miedo y el prejuicio. Implica salir de la soledad, la humillación y el maltrato, para pasar a tener información, opciones y acompañamiento del Estado. Es un salto disruptivo de la clandestinidad al respaldo y el empoderamiento.
Involucra a una marea joven en la búsqueda de cambios culturales y estructurales profundos que se plagaron a las experiencias previas de mujeres, feministas y disidencias que venían con trayectorias de conquistas. En una amplia unidad para conseguir mayores derechos e igualdad social. La reivindicación por el aborto legal, seguro y gratuito nos encuentra hermanadas y potenciadas de manera intergeneracional.
Es además un faro para la región. El pañuelo verde, que inunda las calles, y el debate parlamentario abrigan expectativas en toda América Latina y también en el mundo. Solo algunos países latinoamericanos como Cuba, Uruguay, Guyana y Guayana Francesa, asi como algunos distritos de México, cuentan con legislación que permite el aborto por decisión de las personas gestantes durante las primeras semanas. Las miradas están puestas sobre la Argentina. La legalización, sin dudas, será un potencial impulso para continuar la lucha feminista por el acceso al aborto en la región y a escala global.
Aunque las posiciones en el senado son transversales a las expresiones partidarias. Lo cierto es que hoy encuentra un marco gubernamental que genera mejores condiciones para su aprobación y cumplimiento. El aborto legal implica igualdad social, porque garantiza el acceso a la práctica segura y gratuita para toda la población con capacidad de gestar, sin distinción de clase. En la clandestinidad los abortos se practican igual: existen entre 350.000 a 500.000 prácticas por año en Argentina. Pero representan cientos de muertes maternas y miles de secuelas por prácticas inseguras. La legalización permite mayor información, autonomía y opciones. Impulsamos el cumplimiento de la Educación Sexual Integral y los Programas de Salud Sexual y Procreación Responsable. También apoyamos el proyecto de los “1000 días”. Porque creemos que, dentro del derecho a decidir, es fundamental que el Estado respalde a quienes decidan avanzar en un proyecto de procreación con acompañamiento institucional.
Desde el PTP – PCR (dentro del Frente de Todxs) somos parte de La Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito desde su inicio. A nivel nacional, Clelia Iscaro fue nuestra compañera fundadora que ha fallecido el año pasado, pero su paso por la Campaña, por los Encuentros y por el Movimiento de Mujeres ha dejado huella imborrable en la marea verde. En Mar del Plata integramos la regional de la Campaña y también formamos la Red de Profesionales de la Salud y de Docentes por el Derecho a Decidir. Estamos por dar un gran paso colectivo.
Hoy, la historia la escribimos nosotras.29 de diciembre del 2020, será Ley!
En Mar del Plata nos encontramos el 29/12 a las 16hs. en Hipólito Yrigoyen y Luro para compartir juntes el debate con pantalla gigante.
Nos quedamos hasta la hora de la votación. Juntas somos imparables!