Solidaridad social responsable

*Solidaridad y trabajo comunitario en tiempos de pandemia*Porque aislamiento y cooperación no son contradictorios sino todo lo contrario, han surgido en nuestra ciudad y la zona iniciativas que tienen como finalidad ayudar al otro, al que lo necesita. Esa complementariedad solo puede existir si se le suma responsabilidad, fruto del compromiso ante una coyuntura excepcional como el la pandemia del coronavirus. Se actúa con responsabilidad cuando los protagonistas no se exponen a sufrir la enfermedad y tampoco pierden de vista que lo principal es el cuidado de nuestros mayores y a todo aquel que integre lo que se han denominado grupo de riesgo.Esta actitud y acción se la define como *Solidaridad Social Responsable.**¿Cómo la podemos identificar en nuestra ciudad?*A lo largo y ancho de Mar del Plata y Batán (pero también de otras localidades como Balcarce, Miramar, Santa Clara, etc.) se ha demostrado que el pueblo responde a las acciones que se han definido desde el gobierno pero que no se agota en ellas. De más está mencionar el trabajo de distribución de alimentos, viandas y comida de los cientos de comedores y merenderos de las organizaciones sociales (CCC, Somos Barrios de Pie, Evita, entre otros). Estas organizaciones se han convertido en el nexo entre la política pública estatal y lo más abandonado que supo dejar los 4 años de macrismo, la Argentina profunda, de abajo, olvidada. Pero no solo hacen eso. También han fortalecido los programas de promotores de salud, acercando a los vecinos herramientas para la detección del COVID-19, y el acompañamiento necesario para otras enfermedades y padecimientos en un contexto como el actual. Y han elaborado registros de instituciones que canalizan donaciones para hacer de los esfuerzos algo coordinado y serio. Pero no solo las organizaciones sociales (o movimientos populares) son las encargadas de llevar adelante estas acciones. Tienen una historia de prácticas y luchas que le han facilitado la labor. Pero también surgen experiencias de los vecinos de cualquier barrio, de las pymes, de cualquier ciudadano… Solo por nombrar algunas podemos distinguir la elaboración de barbijos, guantes, cofias, abrepuertas, protectores faciales realizados en 3D; la producción de alcohol en gel de pequeñas empresas para donarlo, las colectas solidarias para compra y donación de alimentos y productos de higiene; la creación de aplicaciones digitales de testeo de Coronavirus, entre otrasTambién están los que, al no tener los medios, ofrecen servicios por pequeños que sean: Elaboración de guía de comercios abiertos por las distintas zonas de la ciudad donde se establece el rubro, el nombre del comercio, la dirección, el teléfono y, si tiene, el delivery o no. Los que organizan comités de compras para adultos mayores, entre otros…Y no podemos dejar de mencionar, tampoco, a los que tratan de hacer del aislamiento solidario algo más llevadero a partir de campañas musicales o miniconciertos a través de redes sociales, terrazas y techos; los que leen historias para niños, también por las redes sociales, los que contienen online o de manera telefónica cuando el encierro se transforma en desesperación.Como planteábamos al inicio, estamos en una situación jamás vista. Pero no tenemos dudas que la única forma de sobrellevarla y superarla es como lo hemos hecho siempre: aumentando la cooperación, el abordaje integral de las problemáticas y la solidaridad por sobre todas las cosas.