EL CRECIMIENTO DE LA POBREZA EXIGE DIÁLOGO Y SOLUCIONES, NO AMENAZAS.

 

*Por Matias Maciel Secretario del PCR y dirigente del PTP Mar del Plata

#15M: Salieron a la calle los que luchan todos los días contra el hambre.

En una jornada definida como “histórica” por las organizaciones convocantes, miles de marplatenses y batanenses se movilizaron y dejaron un mensaje muy claro “Nos une el hambre”.

Mar del Plata y la región sufren el crecimiento de la pobreza e indigencia. Según el INDEC más de 150 mil marplatenses viven en la pobreza y más de 40 mil son indigentes. Muchas familias comen una vez al día y se viven situaciones de desesperación. En la capital de la pesca nacional y de la producción frutihortícola crece el hambre y la malnutrición.

Los y las miles que protagonizaron la jornada de hoy son militantes sociales, que con mucho esfuerzo sostienen una red de casi 500 comedores, merenderos y cocinas comunitarias. En ellos miles de niños y niñas acceden a un plato de comida todos los días. Son también quienes luchan contra el flagelo de la droga y la violencia de género.

Los movimientos populares, además de luchar día a día para revertir esta situación, son los que gestaron proyectos legislativos fundamentales como la Ley de Emergencia Social, la Ley de Emergencia en Adicciones, la Ley de promoción de la agricultura familiar, la Ley de urbanización de barrios populares y la Ley de Emergencia en violencia de género.

A pesar de su subejecución, la ley de emergencia social constituyó un alivio a miles de familias en situación de pobreza e indigencia. A esto se suman los cientos de programas y proyectos productivos que desarrollan los movimientos para “inventar” empleo y el trabajo comunitario en plazas, escuelas, salas, arroyos y espacios públicos. Tampoco hay que olvidar el trabajo educativo que se despliega en decenas de barrios de la ciudad: Bachilleratos con oficios, cursos de capacitación, escuela primaria, plan fines, etc.

A estos miles de trabajadores de la economía popular, de la asistencia social, del trabajo comunitario, en vez de premiarlos se los estigmatiza y persigue. En vez de escucharlos y apoyarlos se les cierra el diálogo.

Junto a las parroquias y comunidades de base, ONGs y clubes de barrios son la verdadera red de resistencia a las políticas de hambre, ajuste, desindustrialización de este gobierno.

El intendente Carlos Arroyo debería convocar a todos estos marplatenses a trabajar y a pensar como revertir una situación social que nos preocupa, duele y afecta a todos. No mostrarse arrogante, altanero, soberbio. No festejar el ingreso de más y más fuerzas de seguridad, que en definitiva son la muestra más cabal de su fracaso.

Fracasaron y sus promesas de hambre “0” ya son parte del museo de la mentira y la estafa. Se muestran fuertes ante los humildes y débiles ante los poderosos.

Por nuestra parte, no tenemos más que manifestaciones de admiración y agradecimiento hacia los miles que se movilizaron una vez más para decir que el hambre y el futuro de nuestros pibes no se negocian.