“El Plan Maestr@” para la destrucción de la escuela Pública

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Por Agustín Moisano

Integrante de la agrupación Azul y Blanca del SUTEBA.

PLAN MAESTR@. En las escuelas se comienza a debatir sobre este proyecto educativo pero poca es la información y análisis sobre el mismo. Y no es por pereza intelectual ni por desinterés de los docentes sobre el tema. Al contrario, el gobierno ha hecho de esta práctica de incomunicación  una herramienta más para desinflar el potencial debate sobre Educación que se deben, ya no solo los docentes, sino la comunidad en general. Como contrapartida, algunos sectores están muy interesados en la puesta en marcha de este proyecto. Son los mismos sectores los que, en un futuro no muy lejano, podrían verse beneficiados por su aplicación. Pero, ¿qué es el Plan Maestr@?

Como una primera aproximación y a rasgos generales podemos decir que el Plan Maestro es la propuesta macrista en Educación, basada en una reestructuración del sistema educativo público tanto en su organización como currícula; y que reformula el rol de todos los actores que participan en el desarrollo de la política educativa. Así propone definir aspectos curriculares y de formación de estudiantes; formación, desempeño, obligaciones y control de docentes; política de financiamiento del Estado; participación de familias; sindicatos y demás instituciones (donde asumen un papel llamativamente imprescindible las empresas y ONG´s.), entre otros aspectos.

 

Hermana de otras Reformas, de una familia llamada Ajuste

 

Presentada en marzo del 2017 y con poca repercusión (estuvo opacada por coyunturas de la economía doméstica) fundamenta, hace apreciaciones y traza líneas de acción en 8 capítulos que incluye la obligatoriedad de la educación, la formación y evaluación docente, la infraestructura y tecnología escolar, entre otras. Se cierra el borrador del proyecto con las metas que se esperan cumplir para el 2026 y formas de financiamiento de la educación pública.

Esta propuesta educativa del macrismo (rotulada como Reforma Educativa) se presenta en el marco de una serie de cambios estructurales que definen la política pero, sobre todo, la economía de nuestro país. Así como en la educación se propone el Plan Maestro, en el área de la Salud se trata de aplicar la Cobertura Universal de Salud (CUS); con la Ley de Reparación Histórica a los Jubilados se prevé una reforma en el sistema jubilatorio por medio de la “Armonización de las Cajas Previsionales Provinciales” al Anses. También se ha hecho mención desde las esferas gobernantes a la necesidad de una Reforma Impositiva (tributaria) donde Ingresos brutos, impuestos laborales no salariales y el impuesto al cheque son los tres principales tributos que están en la mira, sin todavía tener una definición absoluta de lo que sucederá con el Impuesto al Valor Agregado (IVA). La frutilla de la torta es una Reforma Laboral, exigida por los capitales internacionales, en pos de cumplir con la promesa de la lluvia de inversiones que Cambiemos tanto utilizó en su campaña y que hasta hoy no se vislumbra, siquiera, las nubes de llovizna en el  horizonte. Reforma Educativa, de Salud, Jubilatoria, Impositiva y Laboral; un coctel que redefine estructuralmente una economía argentina donde los trabajadores son los que se llevan la peor parte (si es que se llevan algo)…

 

Madre de otras Reformas, de una familia llamada Precarización

 

Basada en la normativa sobre educación de larga data (Ley de Transferencias, Federal de Educación, de Educación Superior, de Educación Nacional, de Financiamiento Educativo, Técnico-Profesional) y en las pseudoevaluaciones realizadas en los últimos años (ONE, PISA, Aprender) el proyecto intenta sentar las bases de reformas educativas en cada una de las jurisdicciones provinciales. Así, el Plan Maestr@ es la síntesis de las propuestas de modificación de organización y currícula que cada jurisdicción lleva  adelante, si bien estos procesos varían de una provincia a otra en forma desigual y despareja (Capital Federal, Mendoza, Santa Cruz son claro ejemplo del avance de este tipo de modificaciones en la Educación).

En este sentido, el análisis de los proyectos de reformas educativas provinciales coinciden en una “precarización” y “flexibilización” de los contenidos a aprender por los estudiantes, de las condiciones en los que van a aprender, de las condiciones en que van a trabajar los docentes y de las condiciones en que se van a organizar las escuelas.

Sobre el primero de estos aspectos los estudiantes deben “prepararse para el disfrute de la incertidumbre” (E. Bulrrich). Y para ello  se propone eliminar contenidos y asignaturas de la currícula, adecuar los mismos a las necesidades del mercado de mano de obra de una economía dependiente, primarizada y extranjerizada y limitar el conocimiento diversificado y de calidad por un conjunto de habilidades funcionales al mundo del trabajo.

Sobre las condiciones en que se desarrollará el proceso de enseñanza y aprendizaje las propuestas avanzan en “el aprendizaje fuera de la escuela”, entendiendo como espacios del proceso pedagógico ONG´s, bibliotecas, empresas y plataformas virtuales.

Sobre los derechos y condiciones de trabajo de los docentes las propuestas jurisdiccionales arremeten contra los convenios colectivos (Estatutos Docentes) tanto en lo que hace a la toma de cargos, cargas horarias, titularizaciones, licencias, salario.  La evaluación docente se define como la forma primordial de control…

Los enunciados anteriores se manifiestan en una adaptación de las escuelas y su organización a los cambios implícitos que traen aparejados.

 

Hija de otra Reforma, de la familia llamada Cambiemos

 

En el aspecto económico conlleva reducir los costos en Educación. Para ello no se define  el porcentaje de inversión en educación en función de las necesidades sino de las posibilidades dentro de un proyecto económico regresivo, expulsivo y dependiente. Por un lado se hace “más productivo” al docente, teniendo que atender mayores demandas por el mismo salario (el Plan Maestr@ elimina de lleno la paritaria Nacional) o lo que es lo mismo, se le extraerá mayor plusvalía. Esto en un contexto de desfinanciamiento de infraestructura (ya que cada jurisdicción se hará cargo de la  misma). Como contrapartida se tenderá a un mayor crecimiento de la Educación privada (a lo largo del proyecto se remarca constantemente que la educación pública debe estar destinada a los “sectores más desfavorecidos”, lo que daría paso al crecimiento de la oferta educativa privada para aquellos que la pueden pagar) y al desarrollo de negocio de las plataformas Virtuales (a modo de ejemplo, el Director General de Cultura y Educación de la provincia de Bs. As., Sánchez Zinny es el principal empresario a nivel nacional de plataformas virtuales educativas). Sin duda lo más preocupante es que el Plan Maestr@ responde a las necesidades de una economía expulsiva, limitada y dependiente que, por la condición de nuestro país y de sus gobernantes, responde a intereses que poco tienen que ver con una educación pública, gratuita, científica, laica y de calidad, al servicio de los trabajadores y el pueblo.

En lo referente al proyecto político intenta barrer con las conquistas de muchos años de lucha tanto del movimiento estudiantil como de los trabajadores docentes. Basándose en un diagnóstico donde se marcan aspectos (ciertos) de la crisis educativa de años de desfinanciamiento, el Plan Maestr@ ensaya una crítica importante a la política educativa del kirchnerismo. Asociando a este con  una escuela caduca y anticuada, antagónica con la nueva escuela del futuro que propone el macrismo.

En referencia a este último punto, el combate por las ideas se torna de importancia vital. El Plan Maestr@ rebalsa de conceptos utilizados en el mundo empresarial, trata de mostrarse como nuevo y modernizante e intenta generar consensos sociales sobre la base presentar a la escuela como la culpable de los problemas estructurales de nuestra sociedad (desempleo, pobreza, desigualdad, narcotráfico, populismo, etc.). La discusión de fondo es qué escuela y egresados necesita hoy el país. Y respecto a esto, qué modelo de país queremos.

 

Con la resistencia sola no alcanza

 

¿Cómo enfrentamos esta serie de reformas y, en particular, la que atañe a la Educación? Para responder debemos cuál es la caracterización de cada actor político sobre el Plan Maestr@. Así las cosas hoy nos encontramos con varias miradas sobre el mismo:

Por un lado están los que centran su crítica principal en la forma de elaboración del proyecto de reforma, es decir, critican el método y, en un segundo plano, el contenido del mismo. En este grupo se encuentra la dirección de la Ctera, y los gremios provinciales que responden a dicha central. Férreos defensores de la política del gobierno kirchnerista hoy encuentran que la totalidad de los ministros provinciales de educación aprueban el nuevo proyecto educativo (sean del partido político que sean) por lo que la discusión la deciden centrar en la pregunta con la que inician su documento crítico al Plan Maestr@: “¿Por qué tratar ahora de convertir en LEY un plan que por sus características y condiciones controvertidas debería ser ampliamente analizado y discutido con todos los sectores directamente implicados en la educación argentina?”.

Por el otro lado se encuentran los que consideran que el Plan Maestr@ es el proyecto educativo neoliberal que se implantó en otros países de América del Sur (Colombia, México, Ecuador). Su análisis determinista y simplificado convierte a sus formas de resistencias en imprecisas o laxas (dada la carencia de complejidad para distinguir cada una de las políticas de los actores en juego). Como hemos visto, las reformas exceden el ámbito meramente educativo pero, no por es, se debe dejar de dar la batalla en el mismo. De esta manera plantean soluciones supraestructurales que dependen de procesos socialpolíticos más amplio, donde la educación es solo un aspecto que cambiará cuando la organización económica-social cambie. Así se esquiva un debate profundo sobre el Plan Maestr@.

Teniendo en cuenta la necesidad de debate en cualquier tipo de reforma educativa pero también las experiencias sufridas en otros países de América, consideramos que las resistencias llevadas a cabo por los docentes en los últimos años deben mutar en una mayor organización. Nuestro sistema educativo necesita ser repensado. Hoy ha perdido su capacidad de enseñar. Pero está en cada uno de los actores de la comunidad educativo y de la sociedad en general definir cuáles deben ser esos cambios y no en un grupo de funcionarios que han dado cabales muestras de para qué sector gobiernan.

La resistencia no ha podido evitar el desfinanciamiento y desguace de la educación pública de los últimos años. Por eso tenemos que pensar en nuevas formas de prestarnos para la batalla. Para ello es necesario un debate amplio sobre la educación que queremos, para el país que queremos. Un debate nacido en cada una de las escuelas, con asambleas y reuniones entre docentes, padres y estudiantes; donde los sindicatos sean los promotores de dicho debate; para concluir en un Congreso Pedagógico Nacional  que proponga el proyecto educativo de un pueblo libre e independiente.