8M: las mujeres seguimos haciendo historia, construyendo presente y futuro

 

*Por Laura Ruocco

Una marea de más de 15.000 personas, en su mayoría mujeres y diversidad, hizo vibrar Mar del Plata y dejó huellas en las calles del país y del mundo.

Hace tres años, el femicidio de Lucía Pérez paralizaba al mundo entero. Por primera vez se instalaba la consigna del Paro Internacional de Mujeres (PIM) en un grito mundial contra el femicidio y todas las formas de abuso y violencia que sufrimos las mujeres.

Esta consigna se unió a las reivindicaciones de las mujeres trabajadoras y desde aquel entonces, cada 8 de marzo se hace notar el lugar clave que ocupamos las mujeres en la sociedad. La consigna “si nuestro trabajo no vale, que produzcan sin nosotras” empieza a viralizarse para dar cuenta del peso de nuestro rol en la economía capitalista. Al mismo tiempo que se visibiliza nuestra situación laboral, marcada por la discriminación salarial, la doble jornada y los acosos y abusos en los lugares de trabajo, se denuncia principalmente el brutal ajuste del gobierno de Macri.

Un año diferenteSi bien el movimiento de mujeres y diversidad crece a pasos agigantados al calor de la marea verde y de la floreciente experiencia de los Encuentros Nacionales de Mujeres. Este año tuvo varios distintivos que no podemos dejar de admirar. Fue el 8M más grande de la historia de este movimiento de mujeres y diversidad. Las calles rebalsaban de color violeta, verde y multicolor. Fuerza, alegría, aires de lucha y profundos cambios culturales se respiraba en el ambiente. Pero el rasgo quizás más distintivo es que, si bien se venía avanzando en el reconocimiento sindical de este paro, hasta el momento el “paro” tenía un carácter más testimonial. Las mujeres llevaban el pañuelo violeta a los lugares de trabajo, se sacaban fotos, se hacían campañas de concientización, y en algunos casos podían salir más temprano de sus trabajos para ir a la marcha. Pero este año fue el primero en el cual las centrales y los sindicatos, con las mujeres haciendo un profundo trabajo por dentro, tuvieron que tomar este paro de manera literal y en muchos ámbitos el paro fue real. Es el caso de las docentes nucleadas en CTERA y las trabajadoras municipales por ejemplo que lograron el abal de la organización gremial. También fue importante el llamado a paro de AJB, ATE, CICOP, entre otras organizaciones sindicales.

Por otra parte la inmensidad de la movilización del 8M y las consignas que encabezaban la marcha denunciando el ajuste, dimensionan el carácter opositor al gobierno y la bronca que se expresa en las calles con un tenor revolucionario.Miles y miles de mujeres, con experiencia, juventud y diversidad. Centrales sindicales encabezadas por mujeres y acompañadas por sus compañeros y compañeres que desde la admiración y el respeto se disponen a ser parte de nuevas construcciones sobre los géneros. Movimientos sociales y organizaciones políticas fueron parte de esta gran marea que viene a poner en cuestión toda una cultura que se empieza a desarraigar y mujeres que protagonizan cambios sociales y políticos necesarios para transformar la realidad.