*Por Laura Ruocco, Profesora de Historia. Integrante de la agrupación Mar de Lucha.
Este 28 de mayo se presentó por 8va vez el proyecto de Ley de Interrupción voluntaria del embarazo (IVE) en el Congreso de la Nación. En una emocionante jornada verde, la sociedad acompañó esta iniciativa a lo largo y ancho del país, demostrando la necesidad de avanzar frente a una realidad que se lleva la vida y las salud de cientos de mujeres y niñas/es por año. El derecho a decidir es un tema de salud pública que debe abordarse de manera urgente, por eso se eligió está fecha para presentarlo, siendo el 28 el mayo el Día Internacional de la Salud de la Mujer. En Mar del Plata volvió a teñirse de verde y la movilización de miles y miles conmovió las calles del centro de la ciudad.
El año pasado el debate dejó al descubierto la madurez de una sociedad que salió a debatir con argumentos, en cada rincón del país, en escuelas, fábricas, comercios, etc. Los pañuelos verdes coparon las mochilas y las calles. Una lucha que une generaciones con profunda admiración mutua, pero que sin duda se hizo bandera de una inmensidad de jóvenes que tomaron la posta y con fuerza van más a fondo. Porque en esta lucha también se cuestionan privilegios de género y de clase expresados en la frase “las más pobres mueren” y el “patriarcado se va a caer”, masificado el debate de cómo articular la lucha de género con la lucha de clase. El debate y la fuerza por la legalización del aborto generaron expectativa de cambios profundos de la sociedad, le dieron a millones de jóvenes la llave para salir a luchar por una sociedad más justa, para debatir política y cuestionarlo todo pero con muchos argumentos y potencial. Se generalizan los debates en las escuelas, en los barrios, en los grupos de amigxs. Es un tema que potencia el protagonismo juvenil y la participación política. Ese es el saldo inmensamente positivo que dejó el 2018, más allá de los resultados en el Congreso.
El mundo mira la marea verde Argentina con una inmensa expectativa. Este año se renueva la lucha, en medio de un año electoral, el anhelo de que los representantes políticos escuchen el derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo y sus vidas. Que la consigna “Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal seguro y gratuito para no morir” sea una realidad. La política de Macri significó un retroceso en importantes conquistas populares. Los recortes de programas de salud, de métodos anticonceptivos y el avance de sectores antiderechos que llevaron al límite situaciones donde la interrupción del embarazo es legal (ILE), pusieron de manifiesto la crueldad y la falta de sensibilidad social sobre la vida de mujeres y niñas/es. El 2019 arrancó bajo la consigna “niñas no madres” y hoy nos encuentra nuevamente de pie e inundando las calles del país, pañuelos verdes en alto exigiendo una vez más “será ley”