Por Emiliano Catena
Alcira Argumedo nació en Rosario en 1940. Fue una de las primeras sociólogas argentinas. Militante política persistente, fundadora de las cátedras nacionales, diputada, investigadora y autora de algunos libros fundamentales sobre América Latina.
Alcira Argumedo fue una destacada militante del peronismo de los 70, donde junto con intelectuales como Roberto Carri, Horacio González y Ernesto Villanueva fue parte de las Cátedras Nacionales en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, entre 1968 y 1974.
Posteriormente fue secretaria de Cultura de la Provincia de Buenos Aires en 1973/74. Estuvo exiliada durante la dictadura en México desde 1978 hasta 1983 y allí trabajó en el Instituto Latinoamericano de Estudios Trasnacionales (ILET) y fue asesora de los representantes latinoamericanos Gabriel García Márquez y Juan Somavía en el debate de Unesco sobre el Nuevo Orden Mundial de la Información y las Comunicaciones.
En 1993, participó en la creación del Frente Grande, junto al cineasta Pino Solanas. En 2007 contribuyó en la creación de Proyecto Sur, movimiento con el cual obtuvo su banca en la Cámara de Diputados en las elecciones de 2009. Desde el 2005 integró el Consejo Directivo -ad honorem- del IEM (Instituto Espacio para la Memoria)
Como investigadora participó de los documentales Memoria del saqueo, La dignidad de los nadies y Argentina latente de Pino Solanas, premiados en festivales internacionales.
Además es la autora de Los laberintos de la crisis y del magistral ensayo Los silencios y las voces en América Latina: notas sobre el pensamiento nacional y popular.
Recientemente fue una fiel impulsora de la lucha por la recuperación del Paraná. Siempre impulsando las causas nacionales desde una perspectiva descolonizada. Una mirada integral y comprometida que interpelaba a muchas generaciones.
Los intelectuales involucrados con una perspectiva liberadora son cruciales para las transformaciones profundas que necesita nuestro pueblo y nuestra patria. Por suerte Alcira no es la única, ella forma parte de miles de pensadores vivos en sus reflexiones y apasionados en sus convicciones.
Desde el Partido del Trabajo y del Pueblo, tuvimos el orgullo de tenerla como candidata a presidente en un momento difícil de nuestro país. Esa campaña sirvió para instalar e impulsar temas centrales para la lograr una verdadera soberanía.
Nuevamente la política y no traicionar a las banderas de soberanía e independencia nacional, nos mantuvieron en la misa trinchera, de la que no será fácil tapar su espacio.
Alcira, hasta la victoria siempre!