La técnica 5 contra el coronavirus

 

Experiencias en nuestra ciudad

La educación y la salud pública suelen ser caballitos de batalla de los distintos discursos políticos. Muchas veces se suele escuchar su importancia, la necesidad de destinarle más recursos, la importancia para el presente y el futuro…Sin embargo, el gobierno de Macri presentó lo de “pública” como un exceso, un gasto, un estorbo. Así, desde algunos grupos del establishment (pero que ganó adeptos en sectores de nuestro pueblo), se comenzó a cuestionarla idea de la público como garante de derechos y comenzó a ser tratado como nicho donde lo “privado” podía ser mejor. Pasadas las elecciones existe la pugna en el terreno ideológico sobre lo público y lo privado. El aislamiento obligatorio producto de la propagación del virus Covid-19 pareciera ser el juez que dictó sentencia sobre este punto y que alumbra tiempos nuevos.La salud y la educación pública dejaron de ser temas de debate por el peso de recursos que le son asignados por los gobiernos y pasaron a ser ejes fundamentales en el sostenimiento de la vida en esta coyuntura. Y qué decir cuando se retroalimentan, como es en el caso donde la Escuela Técnica piensa y actúa en función de la salud de nuestro pueblo. Entrevistamos a Diego Álvarez, profesor de la escuela técnica N° 5 quien, junto a otros docentes y estudiantes, llevan adelante proyectos de producción de elementos necesarios en la batalla contra el Coronavirus:

Pregunta: ¿Cuáles son los proyectos en los que se está trabajando en la escuela técnica en la coyuntura de pandemia y aislamiento?Prof. Álvarez: Desde educación técnica estamos abocados a trabajar sobre proyectos que nos involucren con la realidad, en este caso, el coronavirus. Así, destinamos todos los recursos disponibles en cuatro proyectos. Dos aprobados por la Secretaría de Salud Municipal y que ya se están desarrollando y dos que estamos intentando mejorar.Los primeros son la de producción de Protectores faciales, las famosas “máscaras” o “viseras”, que tienen la finalidad de cubrir los rostros de médicos, enfermeros, personal de seguridad, agentes municipales de calle, etc. Se está trabajando en un segundo modelo, más cómodo y barato que el primero.El segundo proyecto, más complejo en elaboración, son “Termómetros laser”, de forma similar a una pistola y que tiene la finalidad de medir la temperatura en el momento de hacer un diagnóstico.

Los otros dos proyectos aún están en una etapa de elaboración y prototipo.Uno es un cobertor de cama de paciente que aísla al infectado a partir de un sistema de ventilación específico.Otro es “sistema de ventilación automática de pacientes”. Básicamente es automatizar una bomba para que haga las veces de respirador, si bien no es específicamente un respirador automático. Sistemas como este se han utilizado en pacientes en España, Italia e Israel…Pregunta: Contanos de las máscaras y las termómetros laser… ¿Cómo surge y desarrollaron la idea? Prof. Álvarez: La Pistolas laser para tomar la temperatura, el “termómetro laser”, es el más complejo y caro de los dos. Ahí compramos los componentes para fabricar 3ª partir de un prototipo que, luego, entregamos a la Secretaría de Salud de la Municipalidad.La coordinación es del profesor Arturo Otero pero no solo trabaja él. Colaboran también otros profes como Paola Flamens, Silvana Gargiulo, Gabriela Bravo, Arturo Otero y yo.Se van a fabricar 10 para el Hospital Interzonal General de Agudos a partir de donaciones Y después se producirán en masa.

Pregunta: ¿Y sobre las máscaras?Prof. Álvarez: Los cobertores faciales (máscaras) sirven para cubrir ojos, boca y nariz de los médicos y enfermeras. Los comenzamos a fabricar luego de la autorización de la Inspectora de Escuelas Técnicas. Empezamos en la técnica N° 5 pero enseguida se pusieron a disposición las órdenes técnicas y los recursos de las otras técnicas y la agraria que, si bien es técnica, tiene otro perfil. Básicamente ponen a disposición su máquina de impresión 3D.Se comienza a fabricar con mucha demanda. Solo la municipalidad solicita y se entregaron a la fecha 900 o más para secretaría de salud y la gente de calle.Esta demanda y el trabajo desbordan al grupo original de la escuela así que nos contactamos con un grupo de estudiantes, apodados los “Maiquers MDQ” que tienen impresoras en su casa que se suman al proyecto con sus máquinas, energía, etc. Nos juntamos y comenzamos a coordinar acciones, hacemos controles de la producción y del producto de viseras, protectores faciales. Se pudieron cubrir así parte de la demanda (ambulancias, hogar de ancianos, fuerzas de seguridad, otras personas que ante la falta de recursos o impedimentos burocráticos en la llegada de los mismos los solicitan). Y también se comenzaron a hacer pedidos pequeños de 10, 15 o 20 protectores faciales… mientras que los “maiquers” se hacían cargo de los pedidos más pequeños, las escuelas técnicas destinaban su producción a los pedidos más grandes: por ejemplo a la Policía federal ya se les entregaron 100 protectores faciales…

Pregunta: ¿Son el mismo grupo de trabajo que el de los termómetros?Prof. Álvarez: En parte. Acá colaboran en el ensamble una preceptora, Mariana; otro grupo de profes con sus máquinas impresoras en sus casas. Y muchos estudiantes: Alejo, Matías, Mateo, Dylan, Santiago, Tomás, Gastón, Lucas, Joaquín (de técnica 4), el otro Joaquín… por decirte algunos. Pero en general las direcciones de las escuelas coordinan y trabajan a la par…

Pregunta: ¿Qué expectativas tenés sobre estos proyectos?Prof. Álvarez: En el futuro incrementar la producción y hacerla a gran escala. Hasta tanto las necesidades son muchas y las manos no tantas. Pero lo que más necesitamos son materias primas. Estamos pidiendo material de impresión 3D, acetato transparente, placas radiográficas –virgenes o no- (que se puedan desteñir con lavandina) y lavandina (para desteñir las placas radiográficas).

Pregunta: ¿Qué reflexión haces luego de una labor tan importante en este momento?Prof. Álvarez: Mirá. La escuela técnica siempre fue bastardeada. Desde los 90 para acá. Nos provincializaron, nos sacaron talleres, nos desfinanciaron. En el gobierno anterior nos querían sacar horas de estudio y modificar la currícula. Pero esta tarea que estamos haciendo hoy es un ejemplo de la entrega de los que estamos en las técnicas, profesores y estudiantes. Y de la potencialidad que tiene la escuela para producir. Imagínate si tuviéramos lugares en el sistema productivo para que los chicos se desarrollen. No nos para nadie… Pero bueno, tenemos que vincular nuestra educación técnica al sistema productivo y tiene que haber un proyecto de país que nos permita ser ese país que tanto queremos desde la Escuela Técnica.

Muchas Gracias…