La inacción del Gobierno propaga el dengue.

El brote del dengue sigue su escalada implacable en el territorio nacional, con un saldo de 69 fallecidos y más de cien mil infectados en lo que va del año. Este vertiginoso aumento, que supera diez veces las cifras del año pasado, se enfrenta a la escasez de reactivos para realizar pruebas, generando una tensión palpable en las guardias médicas. Los expertos, alarmados, catalogan esta epidemia como “la peor de la historia”, mientras el gobierno nacional, en un silencio elocuente, evade cualquier referencia al problema.

La doctora Leda Guzzi, infectóloga reconocida, no vacila al calificar la situación como catastrófica. Desde la Sociedad Argentina de Infectología (SADI), Guzzi resalta cinco puntos que respaldan su afirmación contundente: el vertiginoso aumento de casos, el adelantamiento temporal del brote en al menos cuatro semanas, la persistencia de la transmisión viral durante el invierno pasado, la presencia simultánea de tres serotipos y la acumulación de personas que ya han padecido episodios de dengue en la última década.

Los números son contundentes en respaldar cada una de estas afirmaciones. Los casos confirmados se han multiplicado desde el comienzo del año, con un pico especialmente preocupante en las últimas semanas. La comparación con el mismo período del año anterior revela un aumento alarmante de más de once veces, poniendo de manifiesto la magnitud del problema. Además, el adelantamiento del brote agrega una capa de complejidad, ya que el punto crítico suele situarse en marzo o abril.

Mientras tanto, el gobierno nacional mantiene una postura pasiva frente a la crisis. El ministro de Salud apenas aborda el tema, mientras que la comunicación oficial se limita a negar la inclusión de la vacuna en el calendario obligatorio y a no aumentar los recursos para campañas preventivas. Esta actitud genera críticas desde diversos sectores, que advierten sobre el riesgo de desestimar la educación comunitaria como herramienta fundamental en la lucha contra el dengue.

Los especialistas coinciden en que la prevención sigue siendo clave para contener la propagación del virus, destacando la importancia de eliminar los criaderos del mosquito Aedes Aegypti en los hogares y sus alrededores. En medio de esta crisis, urge una respuesta coordinada y eficaz por parte del gobierno, que hasta ahora ha brillado por su ausencia.