Por Agustin Moisano.
En la última semana se profundizaron las denuncias sobre falta de inversión en infraestructura, en general, y calefacción, en las escuelas del distrito.
Las medidas que se han llevado adelante hasta el momento, en distintas escuelas, apuntan a la denuncia y, si bien hacen un cuestionamiento macro a la situación, no parecieran tener salidas políticas más que exigir el mantenimiento de las instituciones por parte del organismo estatal respectivo.
Así observamos que se han llevado adelante:
– Presentación de notas por parte de los equipos de conducción con acompañamiento a o no del plantel docente.
– Frazadazos dentro de escuelas.
– Frazadados en las puertas de las escuelas.
– Reuniones con autoridades.
Frazadazos puertas adentro
Los problemas de infraestructura de la escuela secundaria n° 33 (Benito Lynch 4959) fueron titulares de la prensa y noticieros de tirada nacional a partir de una medida organizada por sus docentes y estudiantes.
La medida, que no ha sido la primera en esta escuela, denunciaba las condiciones en las que trabajan adultxs y adolescentes durante la jornada escolar. Una escuela devastada por la falta de gestión y de políticas públicas, en un contexto social de aumento de la violencia y de la droga, la desocupación y el hambre.
Las imágenes de estudiantes, en sus mesas, cubiertxs por frazadas denunciaban la falta de ventanas, vidrios, puertas y mobiliario. Estudiantes, docentes y equipo de conducción institucional soportando el frío de un otoño que llegó con bajas temperaturas.
El proceso continuó con reuniones en el Consejo Escolar entre estudiantes y docentes, por un lado, y autoridades, por el otro. Inmediatamente se comprometieron a destinar los fondos necesarios para los arreglos de la institución (especialmente ventanas), fondos que aún se están esperando.
Frazadazos puertas afuera
Una medida similar fue la llevada adelante por estudiantes y docentes de la Escuela secundaria N° 4 (de Formosa casi Independencia). Esta vez, con un corte de calle, lxs estudiantes del ciclo superior de la escuela fueron los responsables y encargados de hacer la acción. Algunxs docentes acompañaron pero en número reducido. También esta escuela había sido noticia hace un tiempo: se había caído el tanque de agua a una escalera del interior del establecimiento.
Una medida similar fue la realizada por docentes y estudiantes de la Escuela Secundaria n° 71 de barrio Playa Chapadmalal dado que el establecimiento, compartido con la escuela primaria n° 24, no cuenta ni con gas ni con agua.
La Escuela Secundaria n° 1 (Maipú 5115) no es la excepción. Con horario reducido –primera respuesta de los equipos de conducción- y a partir de iniciativa del Centro de Estudiantes también se realizó un frazadazo. La iniciativa que contó con el acompañamiento del cuerpo de preceptorxs pero con escaso apoyo de lxs docentes buscó visibilizar la imposibilidad de contar con calefacción en el establecimiento en el corto plazo y la urgencia de los que más sufren el frío: lxs adolescentes que allí van a estudiar…
Reclamos de los sindicatos y reuniones con autoridades
En varias oportunidades las autoridades del Consejo Escolar fueron interpeladas por las conducciones de los distintos gremios de trabajadores de la educación, en búsqueda de soluciones a los problemas de cupos de comedor, infraestructura y calefacción. Los reclamos, tantas veces realizados por cada uno de esos motivos parecieran no encontrar eco en la insensibilidad de la política de Vidal, que con el discurso del diálogo y de logros de la gestión (¿?) pudieron resolver infinidad de problemas de nuestro distrito y de la Provincia. Entienden que con $ 24,28 un/a estudiante puede alimentarse o que con $ 15,27 se puede desayunar de manera adecuada. Las quejas de un lado caen en el saco roto del otro.
Reclamos de las familias y exigencias a las autoridades
La Escuela Secundaria n° 55 (Luro 10345) tampoco escapa de las políticas que el gobierno nacional y provincial han definido para la educación. Allí, a la falta de calefacción se le suma una infraestructura totalmente amortizada que no se puede disimular: en la última semana se podía distinguir un muro totalmente fracturado que, ondulante, ponía en riesgo a lxs estudiantes que asisten también a la escuela Primaria n° 59. Por estos motivos, la junta de firmas de docentes, estudiantes y familias fue una excusa para que una comitiva de ellos exigiera ante las autoridades del consejo escolar prontas soluciones. Por su parte, las acciones emprendidas contaban con el protagonismo de organizaciones sociales barriales que vienen coordinando con lxs docentes de la institución.
APROXIMACIONES PARA RESOLVER EL PROBLEMA DEL HAMBRE Y LA INFRAESTRUCTURA EN NUESTRAS ESCUELAS
El análisis de las acciones emprendidas hasta el momento por “las escuelas” nos permite hacer un primer balance de los métodos y las posibilidades de triunfo en sus reclamos para el conjunto de la comunidad educativa.
Punto uno. Los protagonistas son lxs estudiantes ya que la mayor parte de las acciones tienden a ser organizadas y desarrolladas por ellxs (del ciclo superior) y escasos docentes, con cierto apoyo de las direcciones. Si hoy concebimos que existan escuelas sin calefacción, no es extraño pensar que sean lxs estudiantes lxs que tienen que bregar por el cumplimiento de sus derechos, responsabilidad plena de adultxs.
Punto dos. Las representaciones gremiales no lograran triunfos si excluyen a las comunidades educativas. Las reuniones con las autoridades y funcionarios públicos se han realizado sin la participación de docentes de escuelas, ni equipos de conducción, ni familias lo que implica la imposibilidad de ejercer presión sobre lxs que define la política educativa.
Punto tres. La política educativa de Vidal es la causa del hambre y el frío en nuestras escuelas. No importa si se trabaja o estudia en una escuela del centro de la ciudad, de algún barrio de la periferia, si tiene una matrícula de más de cien estudiantes o si supera los mil. La crisis alimentaria y de infraestructura es causa de una política que ha privilegiado negocios sobre derechos y favores sobre responsabilidades. Aún más sabiendo que esta crisis supera lo educativo y se expresa en el encarecimiento del costo de vida de las familias, en el aumento del desempleo y las tarifas, del avance del flagelo de la droga y la violencia…
Problemas tan complejos como los expuestos tienen que buscar una salida de manera integral. No se solucionarán los problemas escolares si no vencemos a la política que los provocó. Lxs funcionarixs lo saben y es por ello que aplican, en el mejor de los casos, el uso discrecional de fondos para sortear los emergentes de conflictos. En Mar del Plata, se ven tentados más en prometer que en cumplir. No les tiembla el pulso en decir que no habrá más cupos de comedores de los que ya hay, ni que con un saquito de té cada dos adolescentes en un desayuno saludable, nutritivo y suficiente.
Por esto mismo, es necesario construir esa salida político-educativa a partir de:
1) Construir y reforzar canales de diálogo con los equipos de conducción e inspección de las escuelas. Ninguna acción va a triunfar si no los tenemos de nuestro lado. A la vez que definimos claramente el blanco (la política de Macri y de Vidal) evitamos acciones directas sobre lxs compañerxs que están en esos cargos.
2) Reafirmar que las familias son las protagonistas fundamentales en esta lucha. Ninguna experiencia va a coronar en triunfo si se mantienen al margen. Debemos hacer un esfuerzo en sumarlas a la lucha y en coordinar esa lucha.
3) Escuchar bien las necesidades de la comunidad educativa. A los equipos de dirección, a lxs docentes, a lxs estudiantes, a las familias. Sus intereses son distintos, la política que nos debemos dar hacia ellxs son distintas pero deben tener una misma finalidad: cambiar esta política de vaciamiento y destrucción
4) Articular con los organismos sociales e institucionales de una zona. Debemos avanzar en la construcción de lazos con aquellos sectores y organizaciones sociales que son compuestos por las familias de nuestrxs estudiantes. Lo mismo que construir redes con las instituciones que también están sufriendo los embates de la política de Macri y de Vidal.
5) Aprender de las experiencias realizadas hasta hoy. Saber distinguir qué medidas pueden ser constructivas y cuáles no. Cómo es posible llevar adelante los reclamos sin que solo sean denuncias por la mejora coyuntural de nuestra escuela que, aunque importante, no resuelve de fondo los problemas de la misma. Para ello se debe tener en claro:
6) Distinguir que lo particular es una expresión de lo general, en una escuela se observan todas las escuelas. Los problemas de una escuela son los de todas, tenemos que pensar soluciones en forma integral.
Y a partir de allí es necesaria la construcción de una salida político-económico-social, un nuevo proyecto político que debe tener como ejes para solucionar el hambre y el frio de nuestras escuelas:
Ley de Declaración de la Emergencia Alimentaria apoyándose en medidas que tenga como objetivo:
– La provisión de nuestros comedores escolares por parte de los pequeños y medianos productores agropecuarios de la zona (después de La Plata, Mar del Plata cuenta con el segundo cinturón frutihortícola más grande del país).
– La Creación de un mercado concentrador de frutas y verduras que posibilite establecer un precio máximo de los productos para el consumidor y uno de sostén para el productor. –La sanción de una Ley de Descarte Cero de las riquezas de nuestros mares (lo que, a su vez, implicaría una Ley de Renovación de Flota Pesquera), entre otras medidas. Solo cuando entendamos que la comida de nuestrxs chicxs es la prioridad y pensemos de manera integral la solución de los grandes problemas de nuestro pueblo, podremos eliminar al hambre que hoy pone de rodillas a nuestro futuro.
Ley sobre Infraestructura Escolar donde sean las cooperativas de trabajadores de la Economía Popular y organizaciones sociales las encargadas del arreglo, refacción y construcción de escuelas limpias, y seguras para todxs lxs estudiantes y docentes que quieran asistir a ellas.
La única solución es una salida política para los de abajo y los de adentro. Debemos seguir reafirmando la necesidad de masificar por abajo, unir por arriba y golpear a la política de Vidal y Macri. No solo es necesario la acción concreta sino tomar en nuestras manos la elaboración de proyectos que eleven el debate político para distinguir la esencia del gobierno actual y construir uno propio en beneficio de las mayorías. Nuestra lucha por la educación se vuelve una lucha por la vida, contra el hambre y contra el frío.