Por Pablo Maciel, Secretario Gremial CICOP prov de Bs As.
El equipo de salud viene golpeado desde hace mucho tiempo. Tanto es así, que no es poco frecuente escuchar a algún compañero de trabajo decir “no puedo más, hasta acá llegue”. Bajos salarios, jornadas extenuantes, multiempleo, poco tiempo con la familia, malas condiciones de trabajo, ninguneo, guardias violentas, demandas armadas por la industria del juicio, desgaste y enfermedades laborales. Con la represión de la semana pasada en CABA nos pegaron en el corazón del equipo de salud, porque de alguna manera TODOS SOMOS RESIDENTES. Han despertado a un gigante dormido, anestesiado y alienado por el agobio y la precarizacón. No lo van a poder parar ni con palos ni con gases. Los políticos van a tener que tomar nota de que a los trabajadores de la salud no se les pega y que el ambo y el guardapolvo no se manchan. Los residentes son trabajadores, y por ende, deben ser respetados y reconocidos como tales. La lucha debe continuar hasta conquistar los derechos que nos faltan.