Por Redacción.

La Salud Privada es un negocio que viene creciendo exponencialmente desde hace años. La deficiencia de un sistema estatal desbordado debido a las las políticas de desfinanciamiento, hospitales destruidos, falta de personal e insumos, junto con el negocio de las obras sociales y ART, lleva a millones de trabajadores  y jubilados atenderse en este sistema privado. El Estado aporta considerablemente a este sistema ya que más de la mitad de sus pacientes pertenecen al PAMI, IOMA, y otras obras sociales del Estado. Surgieron monstruos multinacionales como OSDE, Swiss Medical, Galeno, Medicus entre otros que manejan más de 5 millones de afiliados y recaudaciones exorbitantes. Pero esa expansión, se dio sobre la base de los salarios bajos y explotación de los trabajadores de la salud. Sueldos por debajo de la canasta familiar, que obligan trabajar en varios lugares, horas extras de trabajo insalubre. 

En este contexto llegó la Pandemia del Cóvid 19 y la emergencia sanitaria a la ciudad. Las clínicas y sanatorios  privados siguieron funcionando y los trabajadores debieron capacitarse y prepararse para ello, en muchos casos sin los insumos y los equipos de protección necesarios. 

Ante esta nueva situación, con la merma de prestaciones por la cuarentena y a la par de otras clínicas y empresas en el país, decidieron descargar la crisis en el bolsillo del trabajador. La semana pasada 2 de las clínicas más importantes como la Colon y la Pueyrredón comunicaron UN DIA ANTES DEL COBRO que se pagaría el 50% de los sueldos y el resto si no lo cubría el Estado con la ATP (Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción) iban a cobrarlo en cuotas. Luego se sumaron otras empresas del sector (algunas ya venían con retrasos en los pagos) y las que abonaron completo dejaron la incertidumbre para el próximo mes. 

Lo bronca de los empleados rápidamente se hizo notar y luego de notas en los medios y en las redes, surgieron algunas propuestas de fecha de pago por parte de las empresas que en principio no satisficieron a los trabajadores. 

Hoy en las distintas clínicas con asambleas junto al gremio, decidirán los trabajadores los pasos a seguir ante las propuestas de los directivos, que a pesar de que trabajaron a cama caliente antes de la Pandemia, aducen no tener los fondos para cumplir con sus obligaciones. 

Estas empresas sordas ante el aplauso de la gente, lejos de la solidaridad de gran parte de los argentinos, no cumplen con sus empleados, especulan con las ayudas solidarias del Estado y la disponibilidad de recursos sanitarios.